Los implantes dentales son raíces y dientes artificiales (normalmente de titanio) que un dentista o periodoncista -especialista en encías y hueso de soporte- coloca quirúrgicamente en el hueso del maxilar superior o inferior.
Los dientes fijados a los implantes tienen un aspecto muy natural y a menudo mejoran o restauran la sonrisa del paciente.
Los implantes dentales son fuertes y duraderos y pueden durar muchos años. En ocasiones, habrá que volver a apretarlos o sustituirlos debido al desgaste normal.
Razones para colocar implantes dentales:
- Sustituir uno o más dientes ausentes sin afectar a los dientes adyacentes.
- Resolver el dolor articular o los problemas de mordida causados por el desplazamiento de los dientes en el espacio que falta.
- Restaurar la sonrisa de confianza del paciente.
- Restaurar la masticación, el habla y la digestión.
- Restaurar o mejorar los tejidos faciales.
- Apoyar un puente o una dentadura, haciéndola más segura y cómoda.